Una combinación de restaurante, micro teatro y concert hall, abre El Diablito sin sacrificar la calidad en los alimentos que sirve. De hecho las hamburguesas son una de sus especialidades y una excelente opción para una primera visita.
Su cocina urbana de autor es una propuesta novedosa para el buen comer, beber y entretenimiento. Esta gastrofonda tiene cuidado hasta el último detalle, incluso en su diseño interior, donde roban la atención los tonos rojizos, las cortinas teatrales y los marcos de madera en las pantallas.
Joselo Rueda, fundador y creativo del restaurante, apunta: “Hemos creado una fusión de sonidos, sabores y aromas, pensada en una experiencia global para el comensal. El Diablito en sí, más que un personaje, es una actitud. Donde tú puedes sentirte libre, travieso, atrevido. El menú y la estética, los colores del lugar, así te incitan.”
El restaurante tiene como público objetivo, al adulto y a las parejas jóvenes contemporáneas, quienes buscan propuestas diferentes, y a su vez, exquisitas, de precopeo, comida, y algo de reventón por las noches. En sus primeras semanas de apertura, el restaurante ha tenido la visita, entre otros, de artistas, diseñadores, fotógrafos, productores y publicistas. “Tenemos en la mira a gente aventurada, que le gusta romper esquemas, y a la vez es exigente en sus gustos de bebida, comida y música. Y que además quiera a los animales. Somos un espacio pet friendly.”, comenta Joselo.
Entre las delicias que ofrece el menú se encuentra la sopa de cebolla al vino blanco; y, de entrada, el Surfer, taco de camarón estilo Baja con salsa blanca, queso y pico de gallo. De los platillos y especialidades, destaca la “Diablito Burger”, hamburguesa de rib eye con crema de cacahuate, salsa de tocino, miel maple y queso gratinado; y el “Sesame Di Mare”, filete de pescado, con costra de sésamo con veolute de camarón y papas confit. Para el postre, “El Vigilante”, ate de membrillo, con queso de rancho.
En materia de bebidas, El Diablito, sin duda, invita al pecado. De la coctelería, sobresale “La Llorona”, compuesta de mezcal, cítricos, tamarindo y manzanilla. La oferta de cerveza artesanal es atractiva, con marcas como Belcebú, stout, con tonos de café y chocolate, y Perro Loco, american ale, con lúpulo americano y piloncillo.
El restaurante cuenta también con un salón, que, en determinadas noches de la semana, se convierte en escenario, por ejemplo, para conciertos de grupos de rock, de cantautores o de presentaciones tipo stand up. Igualmente, está disponible para la organización de fiestas particulares.
¡El Diablito se ha colado en La Condesa! Dispuesto a recibir a quien le gusta cruzar fronteras. Como bien reza en una de las paredes del establecimiento: “Your Life is your Life”, frase de Bukowski.
Nuestra Experiencia
Pudimos degustar:
Los tacos: Pollo Teriyaki (Pechuga de pollo a las brasas con piña, ajonjolí, salsa Teriyaki y germen de trigo), Petrolero (bistec de res estilo suadero, longaniza y chicharrón carnudo). Nos encanto el de Pollo Teriyaki, el Petrolero estaba un poco seco, pero si le daremos una segunda oportunidad.
Las hamburguesas: Diablito Burger (Hamburguesa de Rib Eye con crema de cacahuate, salsa de tocino, miel maple y queso gratinado), Guacamole Bacon Burger (Hamburguesa de Rib Eye con chipotle Ranch, queso gratinado, mix de lechugas hidropónicas, jitomate, guacamole y mucho tocino). Las dos nos encantaron, mi favorita la de guacamole, pero el consenso en la mesa fue que la del Diablito estaba extraordinaria en sabores.
Postre: Vigilante (Ate de membrillo con queso de rancho, flameado con mezcal y un brochaso de chutney de fresa). Nos encantó.
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Claudia García / [email protected] / C.55-4371-0530
