En las profundidades de la Laguna del Sol del coloso de hielo en el Nevado de Toluca, en Estado de México, arqueólogos subacuáticos encontraron objetos de más de 700 años de antigüedad, que fueron usados en rituales, entre ellos fueron: Restos de cerámica y copal, púas de maguey y un par de maderos con forma de serpiente se localizaron en el fondo del lago; en la superficie también se hallaron tepalcates y una escultura.
Los descubrimientos de estos materiales prehispánicos de carácter ritual, son producto de diversas inmersiones que realizaron los investigadores, bajo temperaturas que oscilan entre los 4 y 5 grados centígrados.
El hallazgo de dichos materiales antiguos confirma que distintos grupos del Valle de Toluca, como otomíes y matlatzincas —y posteriormente mexicas— ascendían hasta el cráter del volcán (a más de 4,200 msnm) para depositar estos elementos orgánicos en las aguas de dicho lago, así como en la Laguna de la Luna, en la que en investigaciones anteriores también se han localizado restos de objetos prehispánicos.
Estos sencillos materiales son el testimonio de ritos que debieron realizarse a las orillas de ambos cuerpos de agua. El uso de púas de maguey lleva a pensar que quienes subían, probablemente un grupo de iniciados, hacían sangrar partes de su cuerpo, mientras la presencia de copal pone de manifiesto que se quemaba esta resina.
Los ‘cetros Tláloc’ o bastones de mando también hablan del propósito ceremonial con que se ascendía al cráter del Xinántecatl.
De estas piezas de madera se tomó una muestra para datar con más precisión la temporalidad de las ofrendas. Por su asociación con el copal, que ha sido fechado hacia1250 d.C., en el periodo Posclásico Tardío, es posible que correspondan al mismo periodo.
Como lugar de culto, el Nevado de Toluca fue concurrido al menos desde el años 650 a 900 d.C. (periodo Clásico Tardío), esto también se confirmó recientemente con el hallazgo de fragmentos de cerámica de ese lapso.
Más hallazgos en la alta montaña
En esta ocasión los arqueólogos del INAH también ascendieron algunos de sus picos, entre ellos el “Sahagún”, donde se pudieron recuperar pequeños fragmentos de cerámica, muestra de que estos sitios agrestes eran también motivo de ofrendas.
En la arqueología de alta montaña, el material es muy escaso y está muy erosionado. En este caso, el Pico ‘Sahagún’, ofrece más material probablemente porque es más redondeado, menos rocoso, y el crecimiento de un poco de vegetación protege estos elementos cerámicos antiguos.
Junto con piedras careadas con estuco y sahumadores ubicados en exploraciones previas, oradaciones en la roca y vestigios de petrograbados, que podría representar a un personaje en posición sedente,hubo un momoxtli o estructura circular de 4 m de diámetro, inmediato a dicha laguna, para la realización de ceremonias, tal vez durante el apogeo de los señores de Teotenango, hacia el periodo Epiclásico, hacia 700-900 d.C.
Con esta reciente temporada, el proyecto Nevado de Toluca, que representa la iniciativa de arqueología subacuática a mayor altura que jamás se ha hecho en todo el mundo, cierra un ciclo en cuanto a la exploración de sus cuerpos de agua, a la espera de trabajos más intensivos tanto en los lagos como en superficie.
El grupo partícipe del proyecto estuvo conformado por investigadores de la SAS, profesores e investigadores de Arqueología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y de la Universidad Autónoma del Estado de México, con apoyo del Equipo de Buceo Ciencias de la UNAM y otros expertos de buceo en altura.
Checa el video de exploración arqueológica en el Nevado de Toluca: http://youtu.be/UvGC2xr02C8
Fuente: INAH
Fotos: Meliton Tapia