El Parque Nacional Lençois Maranhensesda, también llamado desierto brasileño da la sensación de vivir un espejismo. Su belleza se desvorda en exquisitas dunas que se despliegan como sábanas blancas que cubren el horizonte. Cuando sopla el viento parecieran tomar vida y como están en constante movimiento a veces se pierden en el mar y en ocasiones se unen a otras para medir hasta 40 metros de alto.
Este encantador destino está enclavado en un rincón del noreste de Brasil, al extremo norte del estado de Maranhão y al borde del Atlántico. Cuenta con poco más de mil 500 kilómetros cuadrados de extensión, que invita a estar en contacto directo con la naturaleza. Durante la temporada de lluvias se crean lagunas donde la vida resurge, como si siempre hubieran estado ahí se pueden ver peces, crustáceos, tortugas y aves. Y aunque es escasa, hay vegetación en los ríos y en los brazos de mar, principalmente mangle, palmas y arbustos pequeños.
Dos temporadas marcan la vida aquí, durante la de sequía los pescadores dejan sus actividades de mar para trabajar en las “roças” (plantaciones de yuca y maíz) o crían sus pocas cabezas de ganado para el sustento familiar. Cuando la lluvia regresa (entre noviembre y junio) es de tal intensidad que da lugar al nacimiento de enormes lagunas temporales de cristalina agua dulce. La actividad resurge en las pequeñas aldeas, llegan los turistas y los pescadores dejan atrás a sus familias para pescar en las lagunas o viajar a la costa a hacer lo propio.
Escenario surreal
Uno de los municipios que conforman los Lençois, Barreirinhas, se localiza a 252 km de la capital del estado São Luis, con 44 mil habitantes e infraestructura turística, es el punto de partida ideal para la visita al parque. Desde esta ciudad el primer paseo a realizar es la visita a las famosas dunas de los Lençois y las más cercanas, Laguna Azul, de la Paz y de la Luna. Es necesario ir en un vehículo 4×4 y con un guía. Se antes se debe atravesar el río Preguiças en balsa, después de 40 minutos se llega a una entrada de arena con algunos trechos inundados, árboles de cajueiros (nuez de la india) y casas de barro.
Al final de la carretera hay que bajar del vehículo y caminar para darle el primer vistazo a la inmensidad de dunas. El sol duplica su intensidad al chocar con la arena blanca, compuesta por sedimentos de conchas y microscópicos cristales de cuarzo, hacen de este un paisaje casi monocromático, blanco en todas direcciones exceptuando por el cielo y las lagunas que ha formado el agua de lluvia. Después de refrescarse en una laguna de agua limpia, no hay como caminar por las dunas y encontrar un buen lugar para contemplar la caída del sol. El paisaje se torna en todos los tonos posibles de rosa y naranja.
Mientras el atardecer nos regala su espectáculo, las gaviotas hacen los suyo aprovechando los últimos rayos de luz, vuelan y se deslizan entre la brisa marina. Seguramente se preparan para regresar a sus nidos escondidos entre la arena, pues este se ha convertido en un gran refugio para ellas y otras aves migratorias.
La gente de los Lençois
Para conocer cómo viven los pobladores de este rincón del mundo, hay que navegar a lo largo del río Preguiças donde se localizan los pequeños poblados de la región. Se debe tomar una lancha rápida a laque llaman “batedeira” o batidora. Pues cuando la marea esta baja la embarcación sacude a sus pasajeros.
En el Río se forman pequeñas islas, se pueden observar manglares, aguapés, buritis (palmas), açaizeiros, cocoteros, tucunzeiros y aves marinas como garzas y martín-pescadores; es la autopista de la región se pueden ver otras embarcaciones que traen comida leña y personas.
Entre las poblaciones que se pueden visitar a lo largo del río esta Vassouras, donde la gente vive sin electricidad y sin grandes comodidades y como lo mencionamos antes su sustento es la pesca y el turismo. En Mandacaru hay un faro al que se puede subir para contemplar el paisaje de este sistema ecológico extremadamente rico. Y finalmente Caburé, donde el río de agua dulce bordea el pueblo y sin embargo, exactamente detrás de una gran duna de arena, están el mar y sus kilómetros de playas desiertas.
Hace pocos años la región de Lençóis Maranhenses estaba completamente aislada del mundo moderno con una población humilde y acogedora. Hoy recibe más visitantes y sin perder su sencillez nos ofrece un ecosistema único, un fenómeno que no sé puede ver en ningún otro sitio del planeta.
Recomendaciones:
Visa: Es un requerimiento para los mexicanos, esta se expide en 5 días hábiles y tiene una vigencia de 90 días para ser utilizada por primera vez. La visa tiene un costo aproximado de 35 dólares. Embajada de Brasil tel. 5201-4531.
Vacunas: Si se ha viajado a Centro América y algunos países africanos donde sea endémica la fiebre amarilla será necesario estar vacunado contra esta enfermedad.
¿Cómo llegar?
Desde México es necesario volar a Sao Paulo o Brasilia donde la línea aérea TAM cuenta con vuelos directo s Sao Luis. Y desde Rio de Janeiro es posible volar con Gol. Más información www.tam.com.br y www.voegol.com.br
Por avión – Hay vuelos regulares de Sao Luís a Barreirinhas con aviones monomotores. El tiempo de vuelo tarda 40 minutos, aproximadamente.
Por carretera – Desde Sao Luis, capital del estado, hay que tomar la carretera BR-135 y avanzar hasta Rosario; después otra carretera hasta Montes, de ahí a Barreirinhas son162 kilómetros. También hay un microbús que tarda unas 6 horas, en auto particular se pueden hacer 3 horas de trayecto.
El Parque Nacional Lençois Maranhenses se ubica en el litoral de Maranhão, entre las municipalidades de Barreirinhas y Primeira Cruz. No hay carreteras para el ingreso a este lugar, de manera que es recomendable emplear un vehículo todoterreno 4×4. Los accesos más comunes son por Barreirinhas, Bella Balsa, Atins o por Sucuriju, en el extremo oeste.
¿Dónde hospedarse?
En Barreirinhas hay hoteles, hostales, restaurantes y tiendas de artesanía. En la desembocadura del río Preguiças, se ubica el pequeño pueblo de Caburé, que también posee hostales y restaurantes.
Pousada Encantes do Nordeste: Rua Boa Vista, S/N – Bairro Boa Vista, Barreirinhas. Tel. (+55 98) 3349 0288/0260, [email protected], www.encantesdonordeste.com.br
Parknaútico: Sítio Cantinho, S/N – Carnaubal, Barreirinhas. Tel. (+55 98) 3349 1314, [email protected], www.parknautico.com.br.
Porto Preguiças Resort; Gleba Santo Antonio, S/N – Carnaubal, Barreirinhas – MA. Tel. (+55 98) 3349 1912/1220, [email protected], www.portopreguicas.com.br.
Pousada do Rio: Rua Cazuza Ramos, 700 – Carnaubal, Barreirinhas. Tel. (+55 98) 3349 1255/0056, [email protected], www.pousadadorioma.com.br
¿Dónde comer?
En los pueblos, donde se puede degustar la comida típica de la región, excelentes pescados y mariscos, las mismas posadas cuentan con servicio de alimentos.
Restaurante Bela Vista: Rua Anacleto de Carvalho, 6617 – Bairro do Cruzeiro.
Restaurante Brisa do Rio: Av. Beira Rio, s/n – Centro. Cep – 65590-000
Restaurante Kanto da Praça (servicio tipo cafeteria): Praça do Trabalhador, s/n – Centro.
Rota dos Lençóis Bar: Rua Anacleto de Carvalho, 230 – Bairro do Cruzeiro.
Bronze Bar: Av. Principal, s/n – Povoado São Domingos. Tel. (+55 98) 3349-0269.
Para visitar y transportarse dentro del parque se puede contactar alguna de las siguientes agencias de Barreirinhas:
Pisa Trekking: Alameda dos Tupiniquins 202, Moema, Sao Paulo. Tel. (+55 11) 50524085, www.pisa.tur.br.com
Venturas & Aventuras: R. Minerva, 268, Perdizes, São Paulo. Tel. (+55 11) 3872-0362, [email protected], http://venturas.com.br
Terra Brazil: Rua da Passagem 83, sala 314, Botafogo, Rio de Janeiro. Tel. (+55 21) 25 43 31 85, [email protected], www.turismo-brasil.com
Biosfera Brasil: Rua João Cachoeira, 632 – cj 12, São Paulo. Tel. (+55 11) 3078-7901, [email protected], www.biosfera.com
Designer: Av. Dr. Vieira de Carvalho 172, Sao Paulo. Tel. (+55 11) 21812900, www.designertours.com.br
Tour operadores locales:
Ecotrilha: Tel. 98 3349 0372
Off-Road Adventure: Tel. 98 3349 6000
Tropical Adventure: Tel. 98 3349 1151
Para sobre volar el parque, contacto Fênix, tel. 98 3349 1451.