No me des algo tan breve como una efeméride;
tampoco me des algo tan grande como un rollo.
Por Tere Resa
Acabamos de celebrar un aniversario más del Descubrimiento de América. Sabemos que Cristóbal Colón llevaba tres carabelas: La Niña, La Pinta y La Santa María. Sabemos también que uno de sus tripulantes gritó desde el carajo “¡Tierra a la vista!”. Me queda claro que este muchacho no era muy disciplinado que digamos, puesto que en ese sitio se castigaba a los insubordinados. Y bajaron en una isla: Guanahaní. El día que Don Cristóbal sentó este hecho en documentos fue el 12 de octubre. Los Reyes Católicos quedaron sumamente complacidos con el maravilloso desempeño del navegante genovés.
Antes, en enero, Isabel y Fernando recuperan Granada, reino que estaba en manos de quien fuera el último rey árabe en tierra española: Boabdil. Esto significó el fin de la Reconquista después de 800 años de invasión musulmana. Su legado es enorme. ¿Qué habría sido de España sin su aportación agrícola y cultural?
Meses después los judíos sefarditas sufren la embestida de los Reyes Católicos. Es evidente que los monarcas están recuperando el reino a capa y espada. Únicamente debe haber españoles en el territorio de la antigua Hispania. Esto significó un golpe mortal para las finanzas españolas. Pocas personas saben que este grupo de judíos mantiene como vehículo de comunicación el español del siglo XV.
Sin árabes ni judíos España da un giro de 180°. Ahora ya no son muchos reinos. Solamente uno debe prevalecer y ése es Castilla, puesto que de allí nació el movimiento de Reconquista con Fernán González. Se da, de esta manera, la unificación política.
Cabe destacar que los soldados combatientes no son precisamente de alcurnia: son la clase baja y, por lo tanto, su habla es el castellano vulgar. Éste se disemina por casi toda la península y en este momento dejará de ser dialecto para convertirse en lengua oficial. En España se debe hablar únicamente español.
A Don Antonio, oriundo del pueblo de Nebrija, se le debe nuestra primera Gramática castellana. Surge porque hubo necesidad de normar la lengua oficial para imponerla correctamente en todo el reino. Textos conocidos de esta época son La Celestina (Fernando de Rojas), la novela de caballerías Amadís de Gaula (anónimo), Cárcel de amor (Diego de San Pedro) y las famosas Coplas por la muerte de su padre Don Rodrigo Manrique (Jorge Manrique).