Llegué a Bandar Seri Begawan la capital de Brunei, me hospedé en el único hostal, la cosa más rara, está como en una escuela, y no tiene más que los dormitorios, no hay áreas comunes ni salas, ni nada, solo una mesa de plástico en un pasillo y está estrictamente prohibida la entrada a los dormitorios del sexo contrario. Otro tipo de hospedaje son mucho más caros, los precios se triplican.
Esa noche el encargado, me recomendó ir al mercado de comida, y lo hice. Lo abren cada noche y hay de todo, la especialidad es el pollo, pescados y mariscos, pero también comen mucha carne de res, dicen que el Sultán tiene un rancho de miles de hectáreas en Australia con ganado.
Al día siguiente por la mañana, fui a buscar un tour para ir a la selva, se juntaron a mi búsqueda una pareja (una japonesa y un inglés), queríamos ir a hay un parque muy famoso que se llama Temburong.
Los tours bastante caros, pero en información turística nos recomendaron un campamento que hace un tipo que le llaman Jungle Dave en medio de la selva. Ahí nos recomendaron que juntáramos más personas para que salga más barato y agregaron que esa mañana había ido a pedir informes un tipo llamado Chris que se estaba hospedando también en el hostal y que él podría unírsenos en el viaje.
Una de las razones por la que les hablo de Chris es porque si me tendría que enamorar de alguien en este viaje tendría que ser alguien como él.
En la tarde regresamos al hostal y mientras platicábamos en el pasillo, vi llegar a un hombre alto, barbado y de pelo largo, caminaba lentamente por el largo pasillo y pues me le quedé viendo esperando a que estuviera suficientemente cerca para preguntarle si era Chris.
Le gusto la idea de ir en un grupo más grande a la selva, pero finalmente no nos pudimos poner de acuerdo y lo único que conseguimos fue ir juntos a un paseo por el río en busca de los monos Proboscis. Esta especie se caracteriza por su peculiar nariz, el macho la tiene enorme y la hembra parece que paso por una cirugía plástica. Como la japonesa y el inglés no quisieron ir al campamento, tratamos de irnos por nuestra cuenta sin tour al parque de Temburong.
Después del paseo, fuimos al mercado, y creo que fue una de las cosas que más me gustó de él, comió de todo, come en el mercado sin problemas y es un viajero que llevaba dos años viajando. Esa noche nos quedamos platicando hasta tarde y quedamos de vernos el domingo para ver como nos había ido a cada quien en su aventura.
Temburong
Pues Temburong fue una excelente experiencia, llegamos a Bangar el poblado de entrada a la región, ahí nos dimos cuenta que no podríamos entrar al parque sin un tour operador, así fue como conocimos a Ken, al parecer tiene su monopolio porque en la oficina de información turística fue al único que llamaron. Por fortuna adaptó su precio a nuestro presupuesto y nos llevo al parque y nos alimento en su restaurante, es un muy buen chef.
El parque es una selva alta húmeda con enredaderas, árboles gigantes, hormigas gigantes (algunas miden hasta 4 centímetros), pude ver unos caracoles de color rojo, súper peculiares. Podría decirles que se parece un poco a Tabasco.
El domingo cuando regresamos al hostal, Chris estaba esperándome para invitarme a un parque de diversiones que aseguran los de por acá es mas grande que Disney, aunque no se pueden comparar. Yo le dije que solo tenía dinero suficiente para pagar mi noche en el hostal, me dijo que él invitaba la cena y que estaba seguro que yo le pagaría la entrada al parque. Así antes de ir al parque fuimos a cenar al mercado y al parque acompañados de un típico gringo que no prueba la comida extranjera, ósea viene hasta Asia para comer hot-dogs y hamburguesas.
La verdad fue como si el gringo no hubiera estado con nosotros, y el parque pues estaba vació y solo unos cuantos juegos abiertos. El más divertido fue una montaña rusa de esas en las que uno va con los pies colgando y que te da miles de vueltas de cabeza, como no había nadie nos sentamos hasta delante y al encargado de los controles le decíamos otra y otra, y nos cumplió nuestro deseo varias veces.
Unos filipinos que nos veían desde abajo, cuando salimos del juego nos estaban esperando y nos pidieron permiso para tomarse una foto con nosotros, es la segunda vez que me convierto en atractivo turístico, la primera vez fue en Nueva Zelanda cuando un par de Coreanas se tomaron una foto conmigo. Y bueno para muchísima gente soy la primer mexicana que conocen y se emocionan, es una suerte que México sea bien querido.
Al día siguiente, nos teníamos que levantar temprano porque Chris había conseguido un aventón gratis con Jungle Dave a Seria, la ciudad del petróleo, ahí los pozos petroleros que hacen a este pequeño país sumamente rico. Cuando salí del dormitorio al cuarto para las seis de la mañana, el ya tenia el desayuno listo, dos latas de jugo de naranja y unos hot-cakes rellenos de miel y cacahuate, créanme que me supieron deliciosos.
Ese lunes por la tarde pospuso su vuelo a Londres una semana más, el se iba en dos días, el miércoles, pero decidió acompañarme a ver los orangutanes en Sabah.
Nos tomó varias horas de viaje llegar al centro de orangutanes, el transporte: autobuses y dos feries. De Bandar hay que viajar al puerto para tomar el ferry, eso es media hora de viaje; el ferry a Labuan una isla que es puerto libre, se lleva más o menos dos horas, ahí nos quedamos una noche, como en Brunei no venden alcohol, muchos de sus ciudadanos visitan Labuan para comprar bebidas alcohólicas.
Ahí fuimos a la ciudad sobre el agua, son muchas casitas sobre pilotes a la orilla del río o del mar. Cuando caminábamos por la ciudad seguimos a un viejito hasta el final de la ciudad, ahí a lo lejos vi a unos tipos con sus gallos de pelea, le pedí a Chris que nos acercáramos. Los tipos vieron que éramos extranjeros nos invitaron a pasar a su casa, como les estuve tomando fotos pusieron un par de gallos a pelear, estaban presumiendo, no nos pidieron nada a cambio, Chris como buen occidental estaba disgustado de la crueldad animal, yo acostumbrada a esa actividad, estaba un poco más indiferente ante el hecho, pero estaba fascinada por la experiencia de que nos invitaran a su casa.
Después uno de los niños de la casa traía un refresco en bolsita así que les pedimos que nos llevaran a la tiendita para comprar uno. A donde nos llevo no era una tiendita, era una casa en el agua, ahí vimos como los niños de la zona venían a comprar sus golosinas, muy extrañas por cierto, llenas de colorante y la mayoría con leche, eran como trozos de gomitas y un jarabe de color verde o rojo al que le añadían leche.
Después de servirnos el refresco, la señora de la casa nos dio un plato de comida, era piña y manzana verde con una salsa dulce de soya y polvo de cacahuate, nos invitaron a sentarnos en la sala y nos pusieron la tele en un canal en inglés. Nos acabamos todo educadamente y cuando tratamos de pagar no nos dejaron, había sido un honor para ellos que estuviéramos en su casa. Se me olvidaba decirles que Labuan se localiza en de Malasia.
Al día siguiente tomamos un ferry, más de tres horas a Kota Kinabalu, la ciudad principal de Sabah, también Malasia, ahí pasamos la noche y temprano tomamos el autobús de 6 horas a Sankardan donde se encuentra Sepilok el centro de investigación y rehabilitación para orangutanes. Ahí hay un par de hotelitos donde hospedarse, como llegamos tarde tuvimos que esperar al día siguiente para ir al Centro de Orangutanes, a las 10:30 los alimentan en una plataforma, ellos solitos se acercan para alimentarse, ellos están libres en la selva y saben a que hora deben venir, solo se acercaron 3 hembras y otros monos macacos de cola corta y larga.
Como era temprano fuimos a desayunar para poder hacer una caminata por sendero en la selva, pero se nos fue el tiempo y lo cerraron, teníamos que esperar hasta las 2 de la tarde a que lo volvieran a abrir, pues gracias a eso nos tocó que dos orangutanes bebes se acercaran a la cafetería y se robaran una botella de agua, Chris se sentó en el suelo y uno de ellos se acerco a él para darle la botella y después le pidió que le diera de beber en la boca, fue increíble!!!.
En la tarde hicimos la caminata de 3 horas. Sudados y cansados esperamos ese mismo día el autobús para regresar a KK. Tomaos el autobús de las 8 de la noche, como un par de orangutanes (cuyo significado real es hombre de la selva) apestábamos, y fue tan chistoso cuando el ayudante del conductor llegó a decirle a Chris: Sir please your shoes, cuando se dio cuenta que no se había quitado los zapatos se fue apenado. Y le dije: Dear Chris you stink, el problema fue que yo también apestaba, estábamos muy mal.
Esa noche llegamos a KK a las 3 AM y nos fuimos a un café a esperar el amanecer, ahí me di cuenta que me había enfermado de la panza, resulta que la tarifa del autobús incluye una comida, una parada de 20 min. En medio de la nada con comida 2/3, pero como no habíamos comido nada pues no había más remedio que probarla.
La terminal de ferries abre a las 6:30 AM, pero el primero sale hasta las 8:30, en el ferry iba mareada y con malestar estomacal, fue horrible!!!
En Labuan que esperamos hasta la 1:30 por el autobús que nos llevaría a Bandar, a donde llegamos como a las 4:30, justo a tiempo para recoger nuestro equipaje en la oficina de información turística. Ahí los empleados nos volvieron a recalcar que teníamos un aspecto terrible y que apestábamos, en éste país no se tientan el corazón para decirte las cosas. Ahora que sé que apesto, ya me siento como todo un verdadero backpackero. JAJAJAJAJA!!!! Aunque no es nada que un baño y ropa limpia no puedan arreglar.
Al día siguiente Chris se fue a Inglaterra. Ni modo así es esto de viajar.
Dos días después, tome el tour/campamento en la selva con Jungle Dave. Fue muy interesante, de verdad es un hombre de la selva y conoce perfectamente los hábitos de los animales y sus huellas, aunque al final del viaje solo había visto monos rojos conocidos como Red Leaf Monkey, tarántulas, hormigas gigantes, y abejas que no tienen aguijón.