En las profundidades de la Huasteca Potosina, donde las montañas se elevan como guardianes antiguos, se encuentra un rincón mágico que parece salido de un sueño surrealista. Es el Jardín Escultórico de Edward James en Xilitla, un lugar donde la naturaleza y el arte se entrelazan.
El viaje en carretera desde la Ciudad de México, es por una carretera que va por la espectacular Sierra Gorda y culmina en Xilitla, el punto de partida para vivir esta mágica experiencia. Ahí el clima y paisaje cambian por completo, bosques selváticos, verdes y húmedos se despliegan, en una colina se desarrolla la población y la carretera bordea a Xilitla, un pueblo no tan pintoresco, cuya iglesia es muy sencilla, pero sus rincones para comer los platillos tradicionales no faltan, al igual el café en pleno tostado invade de su aroma las calles.
Desde ahí hay que trasladarse al exuberante bosque que albergaba el Jardín Escultórico. Entre helechos gigantes y árboles ancestrales, el arte de Edward James se revelaba poco a poco. Esculturas surrealistas emergían entre la vegetación como criaturas místicas, desafiando las leyes de la realidad.
Jardín Escultórico, surrealismo y naturaleza
Caminé entre las obras de arte, cada una con su propia historia y significado. La “Casa de Bambú” se alzaba majestuosa, Nuestro guía nos permitió remontar las escaleras que no llegan a ningún sitio y nos advirtió no recargarnos en los bambús de concreto, con todo y vértigo no pudimos negarnos a subir pues era una oportunidad única. Cerca de ahí se encuentran las ventanas góticas que solo sirven para enmarcar las bella vegetación, y que cuyo centro una puerta que lleva a un pasillo cuyo destino final son las pozas.
Por el momento hay poca afluencia en la cascada, pero no deja de verse la belleza del lugar, los reflejos los recovecos. Bajas por una estrecha escalera que parece que lleva a un obscuro pozo y sales a una lado del río. Y así me adentro a este mundo fantástico des escaleras y pasillos sin destino específico.
Ahora todas las visitas son guiadas, y la ventaja es la cantidad de datos que te proporciona el guía, en este caso Obed Zumaya, nos hizo una visita espectacular. Nos mostró los aposentos de Edward James y nos explico todos los espacios donde coleccionaba animales desde aves, serpientes, peces y más.
Así fue más fácil comprender como, el visionario detrás de este jardín encantado, había creado un lugar donde el arte y la naturaleza se fusionaban en una armonía única. Excéntrico o caprichoso, mecenas de muchos artistas surrealistas, el movimiento artístico en el que inspiraba sus esculturas, en las que además no faltaban las formas orgánicas del entorno, que utilizo para integrar su obra y evocar emociones profundas que despieertan la imaginación.
Al caer la tarde, cuando el sol se filtra entre las hojas y pinta de oro el follaje, los pájaros empiezan su canto nocturno antes de terminar su día y el ambiente se va transformando. El paisaje empieza a entrar en penumbra y de repente las esculturas se iluminan y generan una sensación nueva en las que se converten en protagonistas de un cuento fantástico.
Mi viaje al Jardín Escultórico de Edward James en Xilitla fue más que un recorrido turístico; fue un encuentro con la magia y la creatividad humanas, un recordatorio de que en los rincones más inesperados del mundo podemos encontrar belleza y asombro.
Así, entre las sombras alargadas ya iluminadas estratégicamente, la brisa y el susurro de la selva, me despedí de este lugar mitico, llevando conmigo la sensación de haber explorado un mundo fuera del tiempo, donde los sueños y la realidad se entrelazan en una danza eterna.
El acervo de la Cimbrateca
En este viaje al Jardín Escultórico de Edward James en Xilitla, tuve la oportunidad de explorar un nuevo punto de interés cultural que enriquece aún más esta experiencia: la Cimbrateca, un museo que abrirá sus puertas próximamente.
La Cimbrateca es un espacio excepcional dedicado a preservar y dar a conocer el proceso constructivo detrás de las icónicas esculturas surrealistas. Allí, los visitantes pueden develar la historia y el valor único de las cimbras y moldes de madera que dieron vida a estas obras maestras.
El nombre “Cimbrateca” es un acrónimo derivado de la palabra “cimbra”, que hace referencia a los bastidores utilizados en la construcción, y “teka”, que alude a un espacio de resguardo. Este museo ofrece una visión fascinante del proceso creativo de Edward James y su equipo, desde los bocetos iniciales, no muy claros ni muy definidos, hasta la materialización de las esculturas en el jardín.
Durante mi visita, pude admirar las figuras de madera y los moldes que sirvieron como herramientas fundamentales. Construidos pieza por pieza, a partir de pequeños rectángulos de madera, que se unían formando una flor, o una vasija o una columna en forma de bambú.
La edificación del imaginario de Edward James estuvo a cargo de carpinteros, herreros, albañiles, jardineros y artesanos que trabajaron incansablemente con moldes y cimbras, creando hermosas puertas de herrería, colando concreto y cuidando el jardín durante las décadas de 1960 a 1980, años en los que se construyó este espacio emblemático.
Estas piezas, cuidadosamente restauradas por un equipo de expertos, cobran vida nuevamente ante nuestros ojos, revelando la meticulosidad y el ingenio detrás de cada detalle, la creatividad del patrón extranjero y el ingenio de los mexicanos.
Un aspecto notable de la Cimbrateca es el homenaje a los obreros que participaron en la construcción del Jardín Escultórico. Las huellas de sus manos, capturadas como registro de su laboriosa tarea, son testimonios conmovedores de cómo lograron trasladar los sueños de un hombre a las grandiosas esculturas que hoy admiramos en el jardín.
La Cimbrateca, con su enfoque en la conservación y difusión del patrimonio cultural de Xilitla, se convierte en un complemento perfecto para la experiencia del Jardín Escultórico de Edward James. Es un lugar donde el pasado y el presente convergen, invitando a los visitantes a explorar las raíces y el significado detrás de este maravilloso enclave artístico en medio de la exuberante selva mexicana.
Biodiversidad
Además de ser un espectáculo de arte surrealista, el Jardín Escultórico Edward James en Las Pozas también es un refugio para una increíble diversidad de vida silvestre. Al explorar sus senderos serpenteantes y esculturas enigmáticas, los visitantes tienen la oportunidad de encontrarse con una variedad de especies vegetales y animales que prosperan en este entorno único.
Puedes escuchar el canto melodioso de las aves mientras te adentras en la selva que rodea las esculturas, y tal vez tengas la suerte de avistar mariposas exóticas revoloteando entre las flores.
Entre las especies vegetales que se encuentran en el Jardín, destacan orquídeas, helechos gigantes y una variedad de plantas nativas que han encontrado un nicho perfecto en este oasis. Este equilibrio entre arte y naturaleza convierte al Jardín Escultórico Edward James en mucho más que un museo al aire libre; es en realidad, un santuario.
Aquí el registro de Biodiversidad que se ha observado en el Jardín.
Los guardianes del patrimonio
El Jardín Escultórico Edward James en Las Pozas, Xilitla, como la Cimbrateca están hoy perteneces a la Fundación Pedro y Elena Hernández A.C. Esta fundación juega un papel fundamental en la preservación y difusión de la biodiversidad y el patrimonio cultural de este lugar tan especial. Además de otros sitios nivel nacional: Campeche, Estado de México, San Luis Potosí, Veracruz, y Yucatán, donde tienen diversos proyecto cuyo objetivo es protegerel medio ambiente buscando el equilibro con el ser humano y su entorno.
A través de su proyecto dedicado a la biodiversidad del Jardín Escultórico Edward James, la Fundación Pedro y Elena Hernández A.C. busca expandir nuestro conocimiento sobre las especies que habitan este entorno único.
Esto no solo facilita un manejo adecuado del sitio, sino que también genera información valiosa para comprender mejor la magnífica naturaleza del lugar. Además, ofrece una oportunidad adicional para que tanto visitantes como apasionados de la naturaleza contribuyan al estudio y la apreciación de este paisaje excepcional.
El trabajo de la Fundación Pedro y Elena Hernández A.C. es un ejemplo inspirador de cómo el cuidado y la valoración de nuestro entorno natural y cultural pueden unirse para enriquecer nuestras vidas y las generaciones futuras. El Jardín Escultórico Edward James, Las Pozas, fue nombrado Monumento Artístico de la Nación desde 2012.
“Vida para toda la vida”
Planea tu visita
Para acceder a esta maravilla, puedes adquirir tus entradas a través de la página web oficial del Jardín Escultórico Edward James o en las taquillas directamente en el Jardín, así como en el Museo Leonora de Xilitla. Es importante tener en cuenta que debido a razones de conservación y para garantizar una experiencia de visita de alta calidad, el número de entradas diarias al Jardín es limitado. Por tanto, es importante planificar tu visita para asegurar tu acceso a este espectáculo visual y artístico.