Después de casi dos horas de camino desde la ciudad de Guadalajara (140 kilómetros de distancia), pero con un paisaje espectacular que hace mas placentero el viaje, llegamos a Tapalpa. Con sus calles empedradas, paredes blancas, zoclosde color rojo obscuro y sus tejados a dos aguas de barro, nos da la bienvenida.
Tapalpa se deriva del vocablo Otomí “Tlapal-pan” que significa “tierra de colores”, se encuentra en el corazón de la Sierra Madre Occidental y es el primer pueblo considerado mágico que hubo en Jalisco; aunque sus fachadas son de un blanco puro, su gente y sus alrededores confirman el título que lleva.
Caminar por sus calles te transporta al pasado, aquí la vida sigue siendo tranquila y muy apegada a sus costumbres, por ello aunque se ha convertido en un destino exclusivo para celebridades, gente de la política, la iglesia y socialité jalisciense, mantiene su estilo de vida sin bares y restaurantes bulliciosos, solo clásicas tiendas de abarrotes, ferretería, artesanías, farmacia y restaurantes familiares encontramos en sus portales de marquesinas con columnas de madera. Sobre la calle, puestos de elotes morados asados, enteros o rebanados, tamales de acelga o los pegostes, postre típico hecho de durazno similar a una mermelada con trozos de fruta y servidos con crema.
Tierra de colores y paisajes memorable
También en pleno centro y en la parte más alta, encontramos la Parroquia de San Antonio de Padua, de estilo neoclásico data de1650, fue construida en tabique rojo por franciscanos sobre un terraplén que nivela la inclinada ladera de la colina sobre la que se extiende.
Al frente hay una imponente escalinata que te invita a subir para ingresar a ella o desde su atrio tener una vista panorámica y contemplar los portales, la plaza principal con su quiosco en medio, pequeñas calles peatonales empedradas, arboladas o con grandes jardineras que bajan y suben para encontrarse con una de las tantas pilas (fuentes comunales que abastecían desde entonces y hasta ahora de agua a sus habitantes) como la pila de las Culebras, la Colorada, la del Perro, del Tecolote y la del Pescado que llevan sus leyendas escritas en sus muros.
Debido ésta caprichosa geografía con subidas y bajadas, para ingresar en algunas de sus casas hay que cruzar una estrecha puerta y subir unos escaloncillos o bajarlos, haciendo atractivo imaginar cómo es la vida detrás de esas puertitas.
Otro punto obligatorio en el centro de Tapalap es el Parque Escultórico con obras de artistas como Juan Soriano, Nadia Guttman, Sebastian y Alejandro Colunga.
A diez minutos del centro, en la cima del fraccionamiento Tapalpa Country Club se encuentra el Hotel Tapalpa Country Club, un hotel en medio del bosque de Oyameles, Robles, Encinos y flora muy variada como orquídeas, vallas como la zarzamora, hongos y flores silvestres de colores.
El hotel te recibe con un hermosa vista que incita a cruzar su patio central para llegar a una amplia terraza y ver el espectacular paisaje que atraviesa por el verde campo de golf de 9 hoyos, árboles, cabañas de adobe y barro y un enorme laguna que refleja la luz del sol enmarcada por lejanas montañas que se funden con las nubes y el cielo azul.
Todas sus acogedoras habitaciones con chimenea, terrazas y restaurante dan a la laguna, por los tanto esta hermosa vista te acompañará durante toda tu estancia.
El vuelo en parapente en “Las Antenas” en el club de vuelo La Ceja ó Gravedad cero es una de las atracciones que podemos encontrar en la zona.
Internarte en el bosque caminando o en bicicleta por la Ruta Saludable es otra de las posibilidades, el hotel te facilita las bicicletas y las señalizaciones son muy claras para que no puedas extraviarte.
Las piedrotas, la presa del Nogal o la Cascada el Salto del Nogal son otros atractivos de la zona y que no puedes dejar de visitar.
Para venir a visitar Tapalpa, puedes llegar por avión a Guadalajara y reservar la camioneta o de ahí alquilar un auto o camioneta. Por tierra en Primera plus o Sur de Jalisco. además cerca del el fraccionamiento existe una pista de aterrizaje.