Desde la comunidad de San Martín Tilcajete, Oaxaca, celebre por la elaboración de alebrijes, la nieta de uno de los primeros iniciadores de esta artesanía, Reyna Peña Ramírez, comparte los pasos que se deben seguir en la elaboración de estos seres imaginables. Y deja al descubierto los sentimientos que imprime al decorar las piezas que en su empresa familiar fabrica.
Su rostro joven y su mirada con carácter muestran un semblante de sabiduría que se plasma en cada una de las piezas de madera de copal que elabora dentro de su empresa. Ahí las formas, los tamaños y los colores son inagotables, pues cada creación de seres comunes o fantásticos están hechos con delicadeza, pero sobre todo con pasión.
Ella representa la cuarta generación en este negocio. Desde los 7 años se perfiló como artista y fue su abuelo quien marcó la historia como una de las familias iniciadoras en la fabricación de alebrijes en esta comunidad oaxaqueña, lugar que económicamente se sostiene gracias a su trabajo artesanal.
“Era un poblado de campesinos muy pobres, como no había dinero para comprar regalos a los niños, los abuelos tallaron las ramas del copal para dar forma a lo que nosotros usábamos como juguetes de madera, así continúo por años hasta que cobró tradición y fama”, explica Reyna.
Sostienen la figura de un jaguar azul y la espina de un maguey con la cual traza las líneas que describen su imaginación, emociones, sentimientos e identidad de los pueblos oaxaqueños. Sus manos son finas, esta característica se unifica a su complexión, aunada a su piel morena, su peinado en trenza y su blusa bordada, mientras sus ojos penetrantes filtran las cámaras de los compañeros periodistas, quienes logran captar su imagen perfecta.
Su voz paciente y suave relata cómo surgen sus diseños. Conforme va decorando los alebrijes, sus pensamientos se manifiestan y aquellas ideas pendientes las retoma para moldear las “líneas” que representan lo que surge desde su interior, desde su alma.
“Cuando pinto entra mi propia imaginación, pero mucho viene desde mi esencia, entonces voy detallando lo que siento, lo que sueño como un mundo perfecto, me gusta describir los elementos que caracterizan a mi familia y a la naturaleza, la cual simbolizo de varias formas con la intención de describir a la tierra, agua, aire y fuego”, comparte.
El quinto elemento
Reyna ejemplifica con modelo en mano (alebrije), cómo expresa lo que siente y piensa sobre los elementos naturales. En el caso del agua, que la remite a la pureza, utiliza las olas del mar o la simboliza con una tortuga, que en esta ocasión representan la división entre el vital líquido y la tierra, para recordar que estos reptiles son marítimos y terrestres.
La iguana es otra criatura que usa recurrentemente en sus creaciones. Ésta representa al Sol, pero como siempre trata de encontrar qué otro factor de la creación de este mundo puede ser el común denominador de lo que desea expresar, decide que un girasol es idóneo para igualar a este astro.
“Hay piezas a las que agrego hasta cinco elementos. Cuando dibujo un ave es para dar significado al aire, pero si a ésta la trazo con las alas abiertas, entonces le doy otra lectura que para mí representa la libertad, la cual considero un elemento más en la vida de todo ser existente”, asegura.
Es tanta su emoción al compartir su arte y el recurso de los símbolos, que toma entre sus manos un guajolote que está por concluir. En esta pieza ella muestra aquellas efigies que usaban sus antepasados. Una de ellas es una escalera que significa vida, la cual se allá en la zona arqueológica de Mitla. Son los cuatro niveles o etapa del ser humano: nacer, crecer, desarrollarse y morir.
“Se sierra un ciclo, el cual también se expresaba por medio del caracol a través de sus espirales. En el Istmo esta escalera tiene un quinto escalón, es decir, después de morir se renace, llega una nueva vida. Cada región tiene sus propios significados que trato de dar a conocer en nuestros alebrijes”, señala.
Otro de los tesoros del misticismo ancestral que gusta plasmar en sus diseños es el diamante zapoteco, porque se refiere a la riqueza espiritual, el alma. Y para identificarlo le otorga un color plateado, porque es el brillo que visualiza de este tesoro que todos llevamos dentro, como dice ella.
Reyna deja en claro que nunca hace bocetos de sus decoraciones, pues mucha gente piensa que primero traza con lápiz sus dibujos. Ella comienza a dar forma a sus líneas por medio de su punta de maguey sobre la base de pintura que previamente da a las piezas, así se deja llevar por una técnica propia que a perfeccionado a lo largo de los años
“Deben recordar que empezamos a los 7 años, a esta misma edad iniciaron mis hijas, quienes representan la quinta generación en el negocio familiar. Ahora que son más grandes se puede apreciar cómo se perfecciona su técnica, juegan con los colores y buscan sus propias expresiones de acuerdo a las vivencias que les comparto y a la observación de mis diseños, entonces ellas tratan de interpretar y encontrar su propio camino en la elaboración de alebrijes”, enfatiza.
¿Cómo nace un alebrije?
Reyna también nos explica cómo es una jornada laboral para dar a conocer los pasos que se deben seguir en la creación de esta artesanía. El trabajo se desarrolla de 8:00 a 18:00 horas, porque se utiliza la luz del día para contar con mejor iluminación.
En la empresa, integrada aproximadamente por 15 familiares, se hacen tres distinciones de las piezas, primero están las comerciales que no requieren de mucho tiempo y pintura para su elaboración. Sus hijas se hacen cargo de su decoración.
Luego están las de nivel medio y por último las consideradas trabajo fino, por lo mismo requieren de mayor tiempo, esfuerzo, así como la aplicación de mejores materiales. Para concluir alguna de estas piezas se pude tardar de una semana a dos meses.
De acuerdo a estas divisiones los precios son variados. Van desde los 30 hasta los 15 mil pesos o más. Su éxito como empresa es impresionante, pues sus alebrijes no sólo se comercializan en México, sino en varias partes del mundo.
Además son muchos los extranjeros que visitan el negocio, así que para cada uno de ellos siempre hay una sorpresa, por ejemplo, los australianos siempre se van a llevar su coala, por eso la variedad que tienen es enorme.
Claro que los mexicanos también tiene sus figuras, las más populares son el gato, iguanas y todos los híbridos o seres fantásticos que caracterizan a esta artesanía oaxaqueña.
Pasos a seguir:
Para dar vida a un alebrije en San Martín Tilcajete, Oaxaca, lugar que hoy en día es importante por dar a conocer esta artesanía, se utilizan las ramas del copal, porque es fácil de manejar gracias a su suavidad.
1.- A la madera se le quita la cáscara para dejarla en bruto, posteriormente se moldea, cuando una pieza está torcida es más fácil dar movimiento a la pieza.
2.- Luego viene el periodo de secado, cuando una pieza está totalmente seca pierde peso y el tono de la madera es completamente oscuro.
3.- Posteriormente se pone dentro de un bote lleno de gasolina, ésta limpia la madera en caso de que esté llena de bichitos o insectos y le quita todo lo dañado.
4.- Después se aplica un protector especial contra los insectos. Este paso es muy importante porque así el alebrije dura para toda la vida.
5.- Entonces se le aplican las primeras capaz de pintura, que es de 3 a 5 pasadas y a veces hasta más dependiendo de los colores, ya que algunos son muy transparentes.
6.- Una vez que está el color base, se hace la decoración. Hay artesanos que utilizan pinceles, pero hay otros, como el caso de Reyna, que usa la espina de maguey, así se logra mayor perfección en los trazos.
Guía Práctica
¿Cómo llegar?
Desde la Ciudad de México se puede llegar al Aeropuerto Internacional Xoxocotlán, de Oaxaca, el cual recibe vuelos nacionales. El tiempo estimado es de una hora y media. Por tierra se toma la autopista de peaje conocida como la carretera México-Puebla-Oaxaca, ésta se cubre en cinco horas aproximadamente.
Para llegar a San Martín Tilcajete:
Está ubicado a unos 25 km al Sur de la Ciudad de Oaxaca. Se puede llegar en auto tomando la carretera 175 Oaxaca-Puerto Ángel y cuando aparece la desviación sólo resta 1 km a la derecha.
¿Dónde dormir?
Hotel Misión Oaxca, se ubica en Av. Jalisco No. 15 Fracc. San Felipe del Agua, C.P. 68020, Oaxaca, Oaxaca. Página Web: www.hotelesmision.com.mx
¿Dónde comer?
Restaurante Hacienda San Agustín, ubicado sobre el Km 2 Carretera a San Agustín Yatareni, Oaxaca. Tel. 01 (951) 517 6477. Mail: [email protected] o [email protected]
Restaurante Santa Martha, ubicado en la Carretera Estatal a Nazareno Etla, San Sebastián de las Flores, Oaxaca. (15 miunutos de la Ciudad). Tel. 01 (951) 521 2835/36. Página Web: www.santamartha.com.mx
Por Jimena González Bernal
Me interesa adquirir algunos alebrijes…… ( 20 o 30 piezas aprox) existe alguna página dónde se puedan ver los modelos y precios????
Espero respuesta y muchas gracias están preciosos!!!!!!
Felicidades ………
Hola Martha, Jimena Gonzáles viajo a Oaxaca y conocio a los artesanos que hacen los alebrijes, ella se encuentra fuera por el momento, pero en cuento pueda le pediré te escriba con los datos de los artesanos.
Saludos,
Alicia
hola Alicia…me gusta mucho tu trabajo…mi hermana se llama Mariana Boy…seguramente son parientes…jajaja…cual es tu familia…mi padrastro se llamaba Jorge Boy…
Marcos, soy Ali, claro que me conoces. Jorge era mi tio!!! Me encantaria vovlerte a ver, tengo muy buenso recuerdos de mi infancia contigo. Un abrazo grande!