Con sonrisas y mezcal se atiende al comensal. Una bebida de sabor y tradición llega a Misión. Conoce las nuevas Barras Mezcaleras.
Hoteles Misión te invita a conocer México a través de los sabores característicos de cada sede, con una bebida de tradición milenaria en la que se fusionan el sabor y la tradición: El Mezcal.
En su primera etapa, las Barras Mezcaleras transmitirán el misticismo de esta deliciosa bebida presentando 15 diferentes cocteles para el deleite de todo tipo de paladares, los cuales estarán disponibles a partir del primero de diciembre en los bares y restaurantes de sus hoteles.
La labor continuará en 2014 con una serie de catas mezcaleras artesanales con diferentes características y tipos, a cargo del Mezcallier Daniel Abdelmassih quien se une al proyecto para promover el entendimiento y el gusto por esta bebida auténticamente mexicana y así fortalecer nuestra cultura.
Mi experiencia
La primera vez que probé el Mezcal no me gustó en lo más mínimo y eso que fue en forma de Margarita de Fresa. Aunque me dijeron que era como el del Tequila, me pareció de sabor muy fuerte, tan desagradable que opacaba lo agridulce de la fresa. De ahí que dijera que el Mezcal no es para mi. Afortunadamente soy de la idea de abrirme a las experiencias y no encasillarme, es así que me di la oportunidad de formarme una nueva opinión en la presentación de las Barras Mezcaleras de Hoteles Misión.
Lo que nos explicó Daniel Abdelmassih es que es de suma importancia que el primer contacto con la bebida sea el adecuado para que resulte en una buena experiencia, de ahí la trascendencia de la buena guía de un Mezcallier.
Para empezar, el Mezcal debe servirse preferentemente en una jícara ya que ésta presenta una base más angosta que el resto del recipiente lo cual potenciará los aromas. Además le da un toque autóctono mucho más ad hoc. Ahora que andemos PUEBLEANDO CON MISIÓN podremos conseguirlas.
Después se verifica el perlado. La forma, el tamaño, la cantidad y el acomodo de las burbujas que salen al verter el Mezcal indican al experto los grados de alcohol y se van descubriendo los diferentes aromas.
Finalmente, se toma un pequeñísimo sorbo de Mezcal y se enjuaga suavemente por la boca permitiendo que salgan los vapores por la nariz por unos segundos para después tragar poniendo atención a los sabores y aromas. A continuación se toma un segundo sorbo tomando en cuenta que esos sabores que se detectan son los más finos y exquisitos del mezcal. Pasados algunos minutos, la lengua y el paladar estarán listos para degustar la bebida en su plenitud.
¡Sorpresa! Muy por el contrario a lo que recordaba, el Mezcal me resultó una bebida realmente deliciosa, muy aromática, con un bouquet muy fino, el sabor ahumado sobresalió pero no opacó y me dejó un retrogusto espectacular.
Mis cocteles favoritos: Mezcal Misionero con chamoy, chile piquín y un toque de tamarindo para abrir y el súper refrescante Mojito Mezcalero para cerrar. Otros: Dragón, Mayahuel, Serrano, Sangría, Tres Citrus.
“No hay Mezcal sino Mezcales ya que se trata de una alquimia que da como resultado productos totalmente distintos en cada uno de los casos, de ahí que sea una bebida que debe beberse lentamente para disfrutarse”. Mezcallier Daniel Abdelmassih
Un poco de teoría
Mezcallier es la palabra que se utiliza para designar a la persona que mide el Mezcal ante la vista, el gusto y el olfato para exaltar sus mejores cualidades y así sugerir a los comensales cómo consumirlo para deleitarse por completo con la bebida espirituosa. Es un término adoptado de Somellier por supuesto, ya que “el mezcal es a los destilados lo que el vino a los fermentados, en cuestión a la riqueza de tipos y de factores fisiográficos y antropológicos que influyen en el gusto de una región”, según palabras del Mezcallier.
Mezcal viene del náhuatl mexcalli que significa “pencas de maguey cocidas” ya que tradicionalmente las pencas se cuecen al horno en pozos cavados en la tierra que se alinean con piedras calientes, luego con hojas de agave, petate y tierra. De ahí el sabor ahumado que lo caracteriza.
Existen diferentes tipos de agave y cada uno produce una versión diferente de mezcal. Una de las más conocidas es el Tequila que obtiene su nombre por la región en donde se produce. No obstante hay más de 20 estados que producen el agave siendo Oaxaca el mayor productor en el país.
El proceso para la elaboración del mezcal es largo pues en algunos casos tienen que pasar hasta 24 años para que el maguey se prepare y esté en su punto para ser cosechado. Lo maravilloso es degustar en cada sorbo toda su historia.
Se puede tomar como aperitivo, digestivo y una gran variedad de platillos mexicanos se preparan con él y quedan deliciosos.