Por Jessica de la Cruz
Muchos autores reconocidos y viajeros por convicción, han dado su opinión acerca del sentimiento del viajero, en muchas de esas descripciones concuerdo pero una de mis favoritas la leí en el libro El Tao del viajero: “El viaje es fuga y búsqueda a partes iguales”.
Sin embargo a lo largo de mi vida me he dedicado a buscar mi propia definición, algo que me haga sentir convencida, una definición que me ayude a describir cómo me siento cuando viajo, los misterios de un nuevo destino o simplemente esa búsqueda interior de aquello que te hace falta para estar feliz.
Así es como llegué hasta aquí, sin tratar de encontrar el hilo negro, simplemente tratando de retratar esa sensación tan particular a la que nos hacemos adictos los viajeros, eso que nos hace volver renovados, eso que nos hace llegar con la cabeza mas revuelta que cuando nos fuimos, esa sensación que físicamente se siente como un calambre en el pecho y que hace que se nos enchine la piel cuando descubrimos algo que para nosotros es Nuevo…eso…eso es lo que busco describir.
Dándole vueltas al tema y tratando de sensibilizarme para poder definir lo que hace de los viajes una gran experiencia llegué a una frase: “Lo mejor de viajar es ser extranjero”.
Podría sonar obvio o algo no tan profundo, es por eso que me daré a la tarea de explicarlo: Cuando viajas naturalmente te pones en un escenario distinto al habitual, convives con gente que está educada diferente, que por naturaleza ve las cosas distinto y sabe cosas que tu no, es físicamente diferente a ti, tiene un contexto, un clima, un modo de vida diferente, no habla igual a ti, no se viste como tu, no comen lo mismo, no aprenden lo mismo en la escuela, son totalmente distintos. Lo que provoca que al estar tu en ese lugar, al ser tu el extranjero, el diferente, el “raro” seas tu.
Ser distinto, te da de pronto la libertad de hacer cosas que no harías en tu hábitat normal, porque tal vez parecerían raras, la gente creería que estas loco, pero cuando eres extranjero / stranger adquieres la libertad de tomar riesgos, de decir cosas que no dices, de dejar libre tu mente, de caerte, de levantarte, de crear historias, de sonar despierto, de dejar de preocuparte y simplemente vivir el momento.
Es como si de pronto “todo estuviera permitido”. Ese escenario en el que te pones por unos días, te da la oportunidad de ser protagonista, de que la gente te mire, de hablar desde la nostalgia de estar lejos, de contar historias. Esa sensación de ser distinto a los demás, ese protagonismo va unido a una sensación de poder hacer, de dejarte llevar y de aprender a disfrutar lo que solo puedes hacer naturalmente cuando estas fuera de la rutina. Ser extranjero significa que por naturaleza todo a tu alrededor es nuevo, por lo que te das a la tarea de descubrir.
Por unos días volvemos a ser unos niños y conocer de la forma más básica a través de los sentidos. Ponemos atención en el color de las flores, en las construcciones, en un edificio viejo, en la señora que está sentada en un parque, olemos el lugar, tocamos todo lo que nos parece distinto.
Por unos días dejamos salir nuestra curiosidad y nos abrimos para aprender algo nuevo. Eso es ser extranjero, esa libertad, ese sentido de búsqueda, esa pasión por descubrir, esa piel que se enchina cuando te atreves a hacer algo distinto, algo que llena tu mente y tu espíritu, esas cosas tan básicas que no alimentas a diario.
Ojalá viviéramos cada día como si fuéramos “raros” ojalá cada día nos equivocáramos y nos diera risa, ojalá cada día sintiéramos que somos extranjeros y nos diéramos la oportunidad de simplemente vivir…
“Cuando los locos seamos mas, los locos serán ellos”.
Mis felicitaciones a la autora de este artículo, comparto su manera de ver la vida, se nota esa pasión por los viajes, por descubrir nuevas cosas, contagia, me deja una nueva filosofía y me sumo a su locura.
Gran verdad! Me ha encantado tu definición. No sabes la envidia que me das! Cuando sea viejito por fuera, también me haré extranjero!
Hola Mario!
Gracias por tu comentario. Siempre es grato encontrarte con gente que comparte esa filosofía de vida. Un loco más. Como dice mi frase favorita…”Cuando los locos seamos más, los locos serán ellos” Saludos. Jessica De la Cruz.