La máxima experiencia era de ida o de regreso de Mitla pasar a ver la producción y la mayoría d ella gente compraba alguna crema de mezcal. Hay que saber que en los Valles Centrales de Oaxaca, se encuentran grandes productores y la capital del mezcal es Matatlán, un población orgullosamente productora de este elixir de los dioses. El mezcal cuenta con Denominación de Origen. Y Oaxaca tiene el 92% de la producción de México, gracias a la gran variedad de agave que crece en el estado, además de sus procesos únicos, su suelo y clima ideal, que lo hacen para su desarrollo.
La agüita de maguey se ha re posicionado, hemos aprendido cómo beberla correctamente y hemos encontrado sus características, todos, y sabores en el paladar. Existen unos 28 tipos de agave con los que se elabora el mezcal, el terruño y el tipo de agave nos regala notas diferentes.
El mezcal de Oaxaca, es producto de la fermentación del corazón del agave. Comenzando con la cocción del maguey bajo tierra en hornos de piedra, que despide aromas ahumados, con toques de madera y frutos secos, seguido de procesos artesanales como el triturado, destilado y fermentación, da como resultado una bebida espirituosa que hoy día goza de fama mundial.
Muchos piensan que la forma correcta de beber mezcal es de golpe. Se ha convertido en una costumbre tomar el vaso, y sin pensarlo, tomarlo de un solo trago. La mejor manera es degustarlo lentamente, dando pequeños sorbos, por eso dicen que se toma a besos, hay que jugar con el en la boca, y si es acompañado de una rodaja de naranja con sal de gusano, la explosión de aromas y sabores explotarán en el paladar. Jamas se acompaña de limón, aunque esto es cuestión de gusto personal, pero si lo prueban seguro encontrarán que es más compatible con la naranja.
Para disfrutar el mezcal, es recomendable elegir un vaso corto de boca ancha, para que la experiencia de aroma y sabor, sea completa. Al encontrar el gusto por el mezcal de forma correcta, se desprende mucho de la cultura y de la gastronomía mexicana.
Esta sería la mejor forma de beberlo, pero como: “para todo mal, mezcal, para todo bien, también”, si un día han de tomarlo de golpe la expresión correcta es: “Hasta no verte Jesús mío”, pues la cruz se encuentra la fondo del vaso. Como se puede ver en la imagen el mezcal se sirvió en un vaso de una pequeña veladora y al fondo vemos una cruz.
Para quienes les guste experimentar, el mezcal también se puede disfrutar en un coctel. Hay un sinfín de opciones y mezclas que existen dentro del mundo de la mixología. Algunas de nuestras favoritas son la piña, el tamarindo, el jugo de naranja.
Hay que disfrutar esta bebida y descubrir sus sabores, la forma es cuestión personal, pero vale la pena experimentar para conocer más acerca del mezcal.
En Matatlán pudimos conocer la producción de Mezcal Oro de Oaxaca, una marca que produce su mezcal de forma artesanal. Creada por el maestro mezcalero Don José López Escobar, el mayor agricultor de agave y productor de bebidas destiladas en los años 40, comienza con Oro de Oaxaca, una nueva historia en la industria del mezcal, logrando crear el auténtico balance entre el sabor y aroma y que son cualidades que conserva hasta la fecha. Actualmente se exporta a muchos otros países, promoviendo la cultura de su estado, con el sabor auténtico de sus raíces, gracias a los procesos artesanales con los que lleva produciendo sus productos desde hace más de 80 años.
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Instagram: @mezcalorodeoaxaca
Con información de Diana Alarcón