Desde 1964 y 1987, cuando se inauguraron los museos Nacional de Antropología, y del Templo Mayor, no se edificaba un recinto de arquitectura moderna para albergar un espacio de exhibición; luego de seis años de trabajos, este 1 de noviembre abrió oficialmente el Museo Maya de Cancún, en Quintana Roo, pensado como un gran reservorio para una de las culturas más reconocidas del mundo.
Junto con el Museo Maya, en el boulevard Kukulcán, abrio la Zona Arqueológica de San Miguelito. Los nuevos espacios culturales conviven en un área de 85,000 m², donados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, que son el único pulmón verde de la isla.
El valor de la cultura maya se va a compartir con el mundo en este museo. Se espera que este nuevo museo sea uno de los más visitados del país; el recinto alberga un acervo arqueológico de tres mil 500 piezas, de las cuales 350 se muestran en las salas del espacio museístico, que fue construido con una inversión de casi 200 millones de pesos, de los cuales 70 por ciento fueron aportados por el Gobierno Federal a través del INAH.
Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, explico que los más de 12 millones de visitantes anuales, nacionales y extranjeros, que en su mayoría llegan a Cancún como turistas de sol y playa, se verán gratamente sorprendidos al descubrir, en plena zona hotelera, esta singular ventana desde la cual podrán admirar numerosos aspectos de la riqueza cultural de México. El Museo Maya de Cancún espera recibir un millón de visitantes al año.
El nuevo recinto es de diseño moderno, concebido por el arquitecto Alberto García Lascuráin. En el exterior, un estanque de agua con tres cuerpos geométricos sutilmente perforados para dar forma a ramas y hojas de árboles selváticos, son las esculturas que creó el artista plástico Jan Hendrix, como donativo para el nuevo recinto, y que desde este 1 de noviembre forman parte del atractivo cultural que ofrece el único museo del principal centro turístico de México.
El Museo Maya de Cancún se integra de tres salas de exhibición (dos permanentes y una temporal) montadas sobre mil 350 m² y elevadas a 10 metros sobre el nivel del suelo para evitar inundaciones. Los muros son de cristal y permiten visualizar los pocos reductos del entorno selvático que fue Cancún, así como la laguna de Nichputé, de un azul más intenso que el verde esmeralda del mar Caribe.
La tercera sala, de exposiciones temporales, abre al público con la muestra Rostros de la Divinidad: los mosaicos mayas de piedra verde, que continuará en exhibición hasta principios de 2013.
La primera sala lleva por nombre Quintana Roo, la arqueóloga Adriana Velázquez, directora del Centro INAH en la entidad, explicó que este espacio por primera vez muestra reunidos los resultados de 30 años de investigaciones y descubrimientos arqueológicos en el estado. “Se trata de la historia de los mayas que habitaron la parte oriental de la península de Yucatán, región que por su lejanía y condiciones naturales quedó aislada del dominio español y cuya arqueología se había presentado dispersa en distintos museos, sin resaltar su importancia”.
Este apartado ofrece un recorrido cronológico que comienza 14,000 años atrás, con las primeras evidencias de vida humana en la península, representadas en la museografía con la reproducción de los restos de la Mujer de las Palmas, de más de 10,000 años de antigüedad.
Asimismo, con piezas de cerámica de uso ceremonial delicadamente pintada, figurillas, relieves en piedra, ornamentos funerarios de jade, conchas y objetos de hueso grabados, se describen las distintas épocas prehispánicas, desde el periodo Preclásico Tardío (350 a.C. a 250 a.C.), hasta el Posclásico Tardío (1250-1550 d.C.); la Conquista en la península de Yucatán y la Guerra de Castas.
La segunda sala presenta la diversidad de regiones que conforman el área maya, de casi 300,000 km², que abarcan el sureste de México, Belice, Guatemala, El Salvador y parte de Honduras. Aquí el recorrido es temático y muestra aspectos relevantes de la arquitectura, arte, cosmovisión y vida cotidiana de los mayas de las diferentes regiones, a través de objetos como portaincensarios de Palenque, Chiapas; esculturas y elementos arquitectónicos de Chichén Itzá, Yucatán; y ladrillos grabados de Comalcalco, Tabasco.
El Museo Maya de Cancún está dotado de una bodega especial para resguardo de los acervos, área de tránsito de colecciones y talleres de restauración. Las salas de exhibición están dotadas de modernos sistemas de seguridad, y de control de temperatura y humedad para la correcta conservación de las colecciones, así como un sistema de iluminación que destaca las piezas sin dañarlas.
San Miguelito, nuevo sitio arqueológico en Cancún
Luego de dos años de trabajos, a cargo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), fue abierto al público el sitio prehispánico de San Miguelito; se trata del asentamiento maya más importante de la isla, que integraba las rutas comerciales de la parte oriental de la península de Yucatán.
Esta nueva zona arqueológica representa la onceava que se abre en el país durante la administración del presidente Felipe Calderón; fue habitada hace más de 800 años y hasta la llegada de los conquistadores españoles, y se ubica en un lugar estratégico, en la entrada a la Laguna Nichupté, por lo que debió ser un puerto obligado para las embarcaciones.
Producto de dos años de investigaciones a cargo del INAH, en esta nueva zona arqueológica se descubrieron 47 entierros, de los cuales 30 corresponden a infantes y el resto a adultos.
San Miguelito es testimonio de la vida próspera y dinámica de los mayas de la Costa Oriental, que lo habitaron en el periodo Posclásico Tardío (1200-1550 d.C.). De acuerdo con las investigaciones, este sitio fue el asentamiento maya más importante de la isla, con una extensión de casi tres kilómetros e incluía la actual zona arqueológica de El Rey, ubicada a solo dos kilómetros de San Miguelito, hoy separados por el boulevard Kukulcán.
A través del proyecto de investigación y puesta en valor del sitio, se han registrado alrededor de 40 edificaciones prehispánicas, de las cuales se restauraron 14 para que el público las pueda visitar, y de éstas, 11 se excavaron con fines de investigación.
El público puede visitar cinco conjuntos arquitectónicos: el de la Gran Pirámide, donde se encuentra el edifico principal, de una altura de ocho metros; el Sur, integrado por unidades habitacionales, un edificio tipo palacio y pequeños altares; de los Dragones, llamado así porque en los años 70 ahí se encontraron cabezas de serpiente que la población identificó como dragones, en esta área destaca un templo que conserva fragmentos de pintura mural con diseños de fauna y elementos marinos.
El Conjunto de Chaac, donde se muestran los restos de un palacio en el que se encontraron dos relieves con la imagen de esta deidad maya de la lluvia; y el Norte, que consta de cinco estructuras de tipo habitacional.
El Museo Maya de Cancún y la Zona Arqueológica de San Miguelito se ubican en el Km 16 del boulevard Kukulcán, en la Zona Hotelera de Cancún. Horario de martes a domingo de 10:00 a 19:00 horas, con excepción de los jueves en que el horario es de 7:00 a 22:00 horas. El costo es de 57 pesos, con derecho a visitar ambos lugares. Entrada libre para mayores de 60 años y menores de 13 años. Los domingos la entrada es gratuita para público mexicano y residentes con identificación oficial.