Fiestas mexicanas en Barcelonnette

Tesxto Nancy C. Ochoa

Fotos Manu Molle

Entre el 9 y el 15 d agosto, Barcelonnette se viste de colores mexicanos durante sus “Fiestas latino-mexicanas”. Barcelonnette es una pequeña ciudad ubicada en el distrito de Alpes d’Haute Provence, en el sudeste francés que año con año pone México al honor.

Para entender el interés de Barcelonnette por México hay que sacar los libros de historia y regresar a la época del porfiriano. Cierto, una época no muy fácil para los mexicanos y que provocó nuestro movimiento de revolución, pero fue un periodo en la que la industria y las inversiones extranjeras estuvieron en todo su apogeo.

Entre 1820 y 1950 el valle l’Ubaye, en donde está situada Barcelonnette, vio su populación emigrar hacía una sola destinación: México. Los hermanos Arnaud, son los pioneros de la emigración francesa que comenzaron a instalar fábricas y comercios de textiles en México. Su éxito provoco la venida de otros barcelonnettes quienes poco a poco se fueron instalando en el país y comenzaron a impulsar nuevos sectores económicos.

En 1876, Porfirio Díaz impulsó las industrias extranjeras, en ésta época los Barcelonnettes controlan el sector textil del país, y en 1891 abren la primera gran tienda de México, que existe aún y es conocida por todos, “El Palacio de Hierro”, a los que seguirán otras grandes tiendas como “La Ciudad de Paris” o “El puerto de Liverpool”, todas con el estilo arquitectónico parisino de la época, como el de la “Samaritaine”. Para controlar la producción y la distribución textil, los franceses crean diferentes industrias y fábricas como las del Río Blanco en Orizaba.

Después de la revolución, el panorama cambio para los extranjeros, y aquellos que lograron hacer fortuna en México comenzaron a regresar a Francia, algunos a Paris, pero una gran cantidad de ellos regresó a la tierra de sus orígenes: el valle de l’Ubaye, donde comenzaron a construir pequeñas ciudades como Barcelonnette y a desarrollar nuevas actividades económicas. Pero los emigrantes no regresaron con las manos vacías, se llevaron con ellos el recuerdo de la arquitectura mexicana que se ve las haciendas que construyeron, así que en diversas tradiciones.

Un lazo une estas dos culturas, algunos de los descendientes franceses implantados en México regresan cada año a Barcelonnette a pasar sus vacaciones, reforzando aún más las tradiciones mexicanas en la región. Entre las marcas de nuestro país que podemos encontrar en la ciudad están los nombres de diversas haciendas y calles como la “avenida Porfirio Díaz”, un museo de la emigración en México, un pacto de relación estratégica entre Valle de Bravo y Barcelonnette, tiendas de productos mexicanos, sin olvidar las fiestas latino-mexicanas.

Las cuales tendrán este año en su programa, mariachis, danzas folklóricas mexicanas, exposiciones fotográficas y de textiles mexicanos como los trajes de china poblana, así que talleres de piñatas. Y no podía faltar una muestra gastronómica donde los tacos serán al honor.